Soy Adrià Lázaro, aunque la gente me llama Adri.
Soy estudiante de cinematografía en la ESCAC, con la intención de profesionalizarme como director de fotografía.
Desde pequeño me ha gustado escuchar historias para poder materializarlas de manera visual en mi cabeza, y aspiro a poder dedicarme y vivir de ello.
Empecé a adentrarme en el cine durante mi adolescencia. Sabía que me gustaba mucho, pero no alcanzaba a entender por qué. Tomé la decisión de cursar el bachillerato artístico, donde adquirí conocimientos artísticos más sólidos que me ayudaron a confirmar que mi futuro debía estar vinculado al mundo de las artes visuales y la fotografía.
Lo que más me gusta es imaginar el guion en mi mente y aportar mi punto de vista al director o directora.
Mi manera de trabajar siempre prioriza la emoción por encima de cualquier otro aspecto. Todas las decisiones artísticas que planteo junto al director o directora tienen como finalidad potenciar aquello que queremos transmitir en cada escena.
Desde que empecé a rodar, he tenido la suerte de formar parte de equipos en los que todos los departamentos trabajábamos mano a mano para lograr el resultado que buscábamos. Por ello, no concibo la dirección de fotografía como un trabajo individualizado, sino como la consecuencia de crear un concepto visual y narrativo junto al resto de departamentos.
Creo que tanto lo que he hecho hasta ahora como lo que haré en mis próximos proyectos son experimentos y pruebas para ir encontrándome cada vez más, moldeando mi manera de trabajar y de narrar historias, hasta ser capaz de llevar a cabo cualquier tipo de proyecto.